Existen diversos factores biológicos, psicológicos y sociales determinantes interrelacionados que motivan esta mayor incidencia (fenotipos comportamentales, escasas habilidades de autocontrol, conflictos de autoestima, rechazo social…) lo que hace que debamos volcar nuestros esfuerzos en intentar minimizar estos factores de riesgos con el fin de mejorar las vidas de cada uno.