Como pilar fundamental para las personas con discapacidad intelectual, la calidad de vida familiar debe ser uno de los objetivos de intervención en el ámbito de la discapacidad. Para la familia, tener en su seno una persona con discapacidad supone, en la mayoría de los casos, además de tiempo, esfuerzo y dedicación, una pérdida de oportunidades para realizar actividades sociales, de formación, laborales o de ocio.